El lugar donde vivo
Sinopsis
Noemí Aguilar Martínez, María Vianey Mendoza Aguilar (autoras)
El que los niños y las niñas puedan ubicarse en el espacio, depende del conocimiento que van teniendo de su cuerpo y de la memoria de movimiento. Los niños y las niñas poco a poco van desarrollando la capacidad de identificar y de utilizar distintas partes de su cuerpo, así como comprender las funciones de la cabeza, las piernas, los dedos, etc. A la par, pueden repetir movimientos ejecutados por ellos mismos y al lado de otros. Todo esto, permite a los pequeños aprender a usar el espacio.
Los niños y niñas exploran todo aquello que miran. Observan su casa, su calle. Captan el recorrido a la escuela, a la casa de sus familiares o amigos, y empiezan a utilizar distintos niveles y áreas de ubicación.
Aprovechando que los niños y niñas avanzan en el control de su cuerpo y en su capacidad de respuesta ante imágenes y temas más complejos, es importante introducirlos en el reconocimiento del espacio en el que viven, esto también les da identidad y seguridad, pues representa un lugar de resguardo y cobijo para ellos. Importa que reconozcan las características del lugar donde viven, pero sobre todo, que ese es su hogar.
El quinto libro, ubica a los niños en el lugar donde viven, les ofrece un cuento para que memoricen su domicilio, realicen un croquis y aprendan a cuidarse. Hay actividades de lectura, de escritura y de juego en relación al tema. Concluimos con una divertida lotería.
Descargas
Publicado
Licencia
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.